Que Dios haga como me has dicho.
Lc 1, 26-38
Tú, Jesús, siempre nos dejas desconcertados. Tu Madre nos enseña, una y otra vez, a decir que sí en medio de la confusión y el desconcierto… que seguro que no terminó cuando “el ángel se fue””. Que, como ella, te acoja una y otra vez en lo más profundo de mi vida.
Un saludo