En el Evangelio hay más bienaventuranzas que las ocho conocidas. Esta es una de ellas.
Ante Tomas que cree por que ve y toca, Jesús proclama bienaventurados a los que creen sin haber visto. A los que creen a pesar de todos los pesares. Del mal en el mundo, en nuestra ciudad, en nuestra familia y los amigos. De los mil defectos de las iglesias. Del mal ejemplo que damos los cristianos. De la cerrazón de los fundamentalistas.
Son bienaventurados por que creen, por que tienen a Jesús en su corazón. Por que saben amar y saben mirar al mundo con otros ojos. Por que se dejan guiar por Jesús.
YOEL. Valencia y con un frío polar que acobarda. Abrigaros bien.