"Os digo que ninguno de aquellos invitados comerá en mi cena".
Jesús nos presenta la vida como un gran banquete. Curiosamente, aquellos para los que parece está destinado, con demasiada frecuencia ponemos mil excusas para no asistir. Aquellos que nunca pensaron asistir a ese banquete, terminan sentados a la mesa felices de la comida y la fiesta.
Pensemos si no perdemos nuestro lugar en el banquete del Reino por nuestras excusas y pereza al no comprometernos en el servicio a los demás.
YOEL. Valencia.España