Para un cristiano, el ayuno es la ausencia del "novio", la ausencia de Jesús. Su presencia es nuestra alegría.. Siempre que compartimos, nos entregamos, luchamos por los otros... por los perseguidos... Jesús está ahí a nuestro lado. Este es el ayuno cristiano.
Cuando el mundo vive a espaldas del Profeta de Nazaret, lo ignora, incluso lo persigue, es cuando nos encontramos con el "ayuno" del sufrimiento, de la violencia, del odio...
Mientras vivamos unidos a Jesús, nuestro ayuno es el de la alianza y la solidaridad.
YOEL. Valencia