Mateo, nos muestra tres piezas claves para recorrer el camino de la fiesta de todas las fiestas: ayuno, limosna, y oración.
Estas tres palabras suenan a cosa antigua. Sin embargo, son fundamentales para recorrer el camino hacia la Pascua.
No nos gusta el ayuno y lo rechazamos, pero hacemos mil y una dieta para mantener el tipo y la forma. El ayuno cuaresmal no es ayunar por ayunar. Es tomar conciencia de que gran parte de la humanidad pasa hambre, de que cada día hay mucha gente que debe acudir al banco de alimentos, a Cáritas, ... para dar de comer a su familia. El verdadero ayuno es abstenerse de algunos alimentos para compartir su importe con los que no tienen.
La limosna no es solamente dar dinero a quien lo pide. No es paternalismo. Es tener completamente arraigado en nosotros el concepto de solidaridad. Es no acaparar mientras otros no tienen lo necesario para vivir.
La oración, es intentar vivir en la presencia de Dios. No solamente repetir fórmulas. Es ver a Dios en los pequeños detalles de nuestra vida.
Todo esto debemos hacerlo sin llamar la atención, Sin querer destacar y que los demás nos admiren. Esas tres cosas deben formar parte de nuestra manera de ser. Son cosas humanas que nos acercan a los divino.
YOEL. Valencia.España.