La lepra se le quitó y quedó limpio.
Mc 1, 40-45
Hay que comprender que el leproso no obedeciese a Jesús y contase lo sucedido a todos los que encontró y que la gente buscase a Jesús después de conocer lo sucedido. Hoy nosotros nos acercamos a Jesús para que nos cure la lepra. Y lo hace. Por supuesto. Pero, al mismo tiempo nos recuerda que, igual que nos cura a nosotros, no hay razón para marginar a otros, que no hay casos perdidos, que para Dios todos tenemos futuro.
https://comunidadanawinzaragoza.wordpress.com/2018/02/11/vi-domingo-del-tiempo-ordinario/
Un abrazo y feliz domingo
D.G.;Zaragoza