Jesús nos sigue hablando de lo que hace a una persona pura o impura. No son las cosas externas, como creían los fariseos de ayer y de hoy. Es lo que sale de nuestro corazón.
Si salen obras buenas,si amamos a los demás, si nuestras intenciones son rectas, somos puros. Si de nuestro corazón salen actos negativos, malas intenciones...somos impuros, aunque cumplamos todos los ritos y prescripciones. La verdad está en nuestro interior.
YOEL.Valencia