Jesús nos muestra que el hombre es más importante que los preceptos. Los fariseos quieren desprenderse de Él. Los fariseos ven que son las normas y las leyes las que les dan poder sobre los demás; por eso les molesta el Profeta de Nazaret. Para Él el bien del hombre pasa por encima de todo.
No somos buenos cristianos por cumplir las normas de las iglesias.
El amor a los demás es fuente de vida. Las normas sin pensar en el otro, matan.
YOEL.Valencia