En nuestra sociedad hay voces que claman, que nos dicen que Jesús ya está en medio de nosotros. Pero no sabemos verlo. Demasiadas cosas ocultan su persona. Como los fariseos y los maestros de la ley, lo esperamos en la riqueza, el poder, el dominio. Sin embargo, Él está en el pobre, en el enfermo, en el desnudo, el emigrante, en el parado, en los sin techo...
Hay que ser sencillo como Juan para saberlo ver. Estas Navidades lo buscaremos en las iluminaciones, las grandes ceremonias, los banquetes...y olvidamos que Él está en los demás, y está en nuestro corazón si sabemos amar.
fr. Bernardo YOEL. Valencia