Que no se pierda ninguno
(Mt 18, 12-14)
Yo soy como esa oveja que se extravía. Me pierdo una y otra vez… pero Tú, una y otra vez, sales en mi busca y, cuando me encuentras, no hay reproches en tu mirada. ¡No te canses de venir en mi búsqueda! Solo así seguiré aprendiendo a ir detrás de quienes se pierden con tu mi mismo amor y cuidado. Solo así descubriré “en primera persona” la alegría del Padre.
https://comunidadanawinzaragoza.wordpress.com/2017/12/12/martes-ii-de-adviento/
Un abrazo
D.G.;Zaragoza