Hágase conforme a tu fe
(Mt 9, 27-31)
Cuántas son mis cegueras, Jesús, pero ¡qué suerte poder darme cuenta de ellas! Del mismo modo que son los enfermos los que tienen necesidad del médico, soy yo quien necesito tu colirio. No siempre tengo una fe tan firme como la del ciego pero yo también deseo con todo mi corazón que tengas misericordia de mí, y en lo profundo de mi corazón sé que puedes hacerlo. Que reconocer mi incapacidad ablande mi corazón ante las fragilidades de quienes me rodean porque, igual que yo, también ellos desean recuperar la vista.
https://comunidadanawinzaragoza.wordpress.com/2017/12/08/viernes-i-de-adviento/
Un abrazo
D.G.;Zaragoza