Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros
(Mt 25, 31-46)
A la hora de identificar a los personajes de la parábola, nos suele resultar fácil identificarnos con los pobres que necesitan ayuda, con los buenos que les tratan bien o con los malos que los dejan de lado. Pero reconozcamos que en la práctica con quien nos identificamos muchas veces es con el juez. Nos gusta ser jueces de nuestros hermanos y determinar quiénes deberían estar a la derecha y quienes a la izquierda, quienes son los buenos y quienes los malos. Nunca ser jueces de nadie, porque ese puesto se lo ha reservado Dios a sí mismo. Que no se nos olvide, que es muy importante.
Un abrazo y feliz domingo
D.G.;Zaragoza