Creemos que por nuestra bondad, por las buenas acciones que realizamos, que Dios nos ha de premiar y amar. Dios nos salva por que su amor es gratuito. Nosotros si nos examinamos con sinceridad, nos vemos llenos de defectos. Nuestras buenas obras no son acciones meritorias. Nuestras buenas acciones son simplemente el deber que debemos cumplir.
Los fariseos creían que eran santos por que rezaban mucho, ayunaban y daban limosnas. Nunca entendieron que el amor de Dios es gratuito y no depende de nuestras obras. Dios nos ama por que Dios es Amor.
YOEL. Valencia. España