Jesús fue extremadamente critico con el dinero y los ricos. El dinero divide a los hermanos que, por el reparto de una herencia, llegan enfrentamientos, que rompen las familias y desatan odios que duran toda la vida.
Además, el dinero engaña al que tiene en abundancia. El dinero acumulado da una seguridad que en realidad no es tal, hace creer que el dinero soluciona todos los problemas...
El Profeta de Nazaret quiere darnos un mensaje, sobre la utilización de los bienes terrenos y la invitación a no tener en ellos nuestra esperanza. El Evangelio no condena los bienes materiales. Lo que si condena es hacer de ellos el centro de la vida, el "único dios" que conduce a una forma de vida egoísta e insolidaria.
Hay muchas personas que pretenden llenar "su vacío interior con la posesión de cosas". Es una necedad tener como único horizonte "unos graneros donde poder seguir almacenando cosechas".
Es signo de nuestra pobreza interior.
YOEL