La palabra de Dios es quizá la palabra más usada a pesar del decálogo.
Es bueno hacer silencio sobre Dios, callar por algún tiempo para evitar todo para evitar todo vacío convencional incluso arrogante sobre Dios. Aunque solo sea para provocar el silencio meditativo y contemplativo.
En el principio existía el silencio y el silencio dio a luz la palabra.
La palabra ha sido concebida en el silencio.
Con la palabra no transmitimos la Fe que es un don de Dios, un regalo de Dios .
Sólo el Espíritu es capaz de abrir las puertas de la Fe.
El testimonio de la Fe de los creyentes facilitará creer en aquel a quien no ha oído.
Bernardo YOEL