El discípulo es un seguidor. Para seguir a Jesús hay que dejar lo que estorba, nos apega, nos ata y nos impide ser libres.
Hay muchos seguidores de gurus aunque se digan cristianos. La marca cristiano todavía atrae y la usan doctores de si mismos que se anuncian a si mismos.
Los seguidores de Jesús de Nazaret denunciamos la injusticia y anunciamos el reino de Amor y Paz. Este es el poder que Jesús da a sus seguidores. Todos otro poder y autoridad no viene de Él y es un estorbo.
YOEL. Valencia