Hasta este momento los discípulos veían a Jesús un triunfador. Sin embargo, Él les anuncia su final. Pedro no puede aceptarlo. Él sigue a Jesús triunfador, no a un fracasado. Jesús nos dice que si queremos triunfar debemos arriesgarnos y ser como realmente somos ante los demás.
La religión ha "santificado" el sufrimiento, convirtiendo en masoquistas a los creyentes. El Profeta de Nazaret lo que nos dice, es que si queremos vivir con plenitud, debemos arriesgarnos, debemos ser fieles a nosotros mismos con todas las consecuencias. Tendremos que sufrir o no, pero lo que es seguro, es que no es fácil seguirlo. Muchas veces tendremos que ir contracorriente de nuestra sociedad.
Nos gusta más triunfar que ser fieles a Jesús. Como Jeremías queremos dejar de anunciar la Palabra. Pero si de verdad le amamos, esa Palabra será un fuego en nuestro interior. Si queremos salvar nuestra vida, debemos arriesgarnos a perderla.
YOEL. valencia.