Jesús se ha adentrado en territorio Fenicio (actual Líbano). El pasaje de hoy nos puede chocar. Vemos a un Jesús que trata con dureza a aquella mujer pagana.
En este texto, para comprenderlo totalmente, hemos de tener en cuenta una serie de cosas. Primero, la condición despreciable, por mujer y extranjera, de aquella Cananea. Segundo, las normas de educación de los Judíos de aquel tiempo, que no permitían que una mujer, que no fuese de la familia se dirigiese en público a un hombre, y menos a gritos. Tercero, el sentido nacionalista que tenía el Mesías para los Judíos, y posiblemente para Jesús, que como hombre, fue descubriendo poco a poco su misión.
Los discípulos le piden que la atienda, no por compasión, sino para quitársela de encima. Y Jesús, duro en un principio, se encuentra con una Fe más grande que la de sus conciudadanos, en aquella mujer pagana.
Y es que la verdadera Fe no está ligada a ninguna religión, sino al descubrimiento de Dios-Amor. El dolor de la enfermedad de su hija, la ha acercado a Dios. Le ha hecho descubrir un Dios de misericordia, de bondad. Un Dios que se manifiesta en la solidaridad de las personas con los que sufren. Ella ha oído hablar de la bondad de Jesús y sabe que está cerca de ese Dios que puede ayudarla. Y no se equivoca. Por eso Jesús puede curar a su hija.
YOEL.
-Un pregaria pe´l dolor i patinent a Catalunya.