Durante demasiado tiempo el miedo nos ha hecho ser cobardes. La cobardía nos ha impedido cumplir nuestra misión de Cristianos-Gays y de simples ciudadanos defendiendo nuestros derechos.
No es el poder el que vence nuestro miedo, sino la confianza en uno mismo y los que somos creyentes la Fe en Jesús, nuestro valedor.
En nuestra vida podemos pasar momentos difíciles, de oscuridad. No sabemos que hacer. No sabemos que será de nosotros. Es en esos momentos, cuando debemos recordar que valemos más que los pajarillos y las plantas del campo. ¡FORÇA D´ANIM!
YOEL.