Cuando emprendas alguna obra buena, lo primero que has de hacer es pedir constantemente a Dios que sea él quien la lleve a termino, y así nunca le contristaremos con nuestras malas acciones, a él, que se ha dignado contarnos en el número de sus hijos, ya que en todo tiempo debemos someternos a él en el uso de los bienes que pone a nuestra disposición.
Por lo tanto despertémonos ya de una vez, y abiertos nuestros ojos a la luz divina, escuchemos bien atentos la advertencia que nos hace cada día la voz de Dios: Si escucháis hoy su voz, no endurezcáis el corazón.
(Benito de Nursia, 480-547)
https://comunidadanawinzaragoza.wordpress.com/2017/07/11/11-de-julio/
Un abrazo
D.G.;Zaragoza