Jesús Baja del monte. En la Biblia la montaña es el lugar del encuentro con Dios. Jesús deja ese monte y se dirige a la realidad de su pueblo (como han hecho los eclesiásticos estos días del orgullo) y se encuentra con un leproso. Alguien rechazado y excluido de la sociedad. La lepra se representa como símbolo de todo mal. El leproso lo era a cauda de sus pecados. Por eso era impuro y todo aquel que lo tocaba, también era considerado impuro. Sin embargo Jesús lo toca, lo acaricia...
Con mucha frecuencia estamos tentados a quedarnos en lo alto del monte. Queremos reducir la religión a lo sagrado, lo ritual, lo puramente espiritual. Pero, como Jesús debemos bajar a bajo. Ir a la frontera, llegar donde están los leprosos y tocarlos con nuestro amor. Si realmente fuéramos discípulos de Jesús tocaríamos a los leprosos con nuestra manos.
YOEL