Tampoco me extraña. Discernamos. Estar a favor de los derechos de igualdad de las personas LGTBI en principio no tiene nada que ver con participar en un espectáculo de desenfreno. Rara plataforma me parece para las iglesias donde mostrar acogida
a los gays y demás. Además, sinceramente, creo que toda esa puesta en escena de frivolidad y endiosamiento del cuerpo más perjudica que ayuda a la normalización(sustantivo relacionado cp el adjetivo normal). Ese espectáculo mucho me temo que no sería bienvenido si no fuera por la inmensa cantidad de dinero que mueve. Mostremos dignidad, que nos acepten por nuestro dinero sino porque somos personas, hijos del mismo Dios, seres humanos iguales que el resto. Vivamos con naturalidad y sencillez.