Cristo, que es tu vida, está suspendido ante ti, para que mires en la Cruz como en un espejo.
Allí podrás ver hasta qué punto fueron mortales tus heridas, y ninguna medicina habría podido curarlas, a no ser la Sangre de Dios.
Si miras con atención, podrás darte cuenta de hasta qué punto son grandes tu dignidad humana y tu valor.
En ninguna parte, sino mirándose en el espejo de la Cruz, puede el hombre darse cuenta de lo que vale.
Fernando de Bulhões, 1196-1231 (san Antonio de Padua)
https://comunidadanawinzaragoza.wordpress.com/2017/06/13/martes-13/
Un abrazo
D.G.;Zaragoza