El Evangelio de Juan, preparándonos para la próxima fiesta de Pentecostés, nos habla del “Espíritu” como fuente de sabiduría que nos guía a “la verdad”. Pidamos a Dios, ese Espíritu de Vida, que nos haga valientes defensores de la vida para que nunca nos resignemos y paremos nuestra auto-destrucción. Atendamos a las sabias palabras de la activista Berta Cáceres, asesinada por la defensa de los recursos naturales en Honduras:
“¡Despertemos! ¡Despertemos, humanidad! Ya no hay tiempo”.
Un abrazo pascual
D.G.;Zaragoza