En el Evangelio de Juan se continúan presentando las garantías y los riesgos a los que se toman en serio el seguimiento de Jesús. El Espíritu Santo es presentado como defensor y fortaleza de los discípulos (llamados: “hijos”) de Jesús. Pero, advierte del rechazo y peligro que corren todos aquellos que dan testimonio de su Palabra de Vida.
Un abrazo pascual
D.G.;Zaragoza