JoséRuben: Quiero unir mi oración a las que nos regalas con tanta frecuencia.
María de Nazaret, esposa prematura de José el carpintero,
campesina anónima mexicana,
indiecita masacrada de El Quiché,
favelada de Rio de Janeiro,
gitanilla del mundo;
obrera sin cualificación, madre soltera,
monjita de clausura;
niña, novia, madre, viuda, mujer.
Profetisa de la Liberación que solamente los pobres conquistan,
por que sólo los pobres pueden ser.
Enséñanos a leer la biblia -leyendo a Dios-
más allá de la rutina de las sinagogas
y a pesar de la hipocresía de los fariseos.
Enséñanos a leer la Historia,
como la intuía tu fe.
Enséñanos a aquel Jesús verdadero,
carne de tu vientre, raza de tu pueblo,
más del pueblo que de casa,
más del mundo que de Israel,
más del Reino que de las Iglesias.
María vecina de Nazaret,
madre, madre de todos los desamparados,
madre de los que nadie quiere,
madre amorosa de todos los homosexuales,
te encomendamos a José Ruben
y a todos los gays que sufren en soledad dentro del armario.