Creyentes, no creyentes, doctores en ciencia y doctores en azadas...todos somos transmisores de la Palabra. Es a través de nosotros que los demás pueden escuchar a Dios.
¡Cuantas personas analfabetas nos anuncian con su don de consejo la Buena Noticia!.
¿Nuestra vida se corresponde con lo que decimos?. Si somos hipócritas ante los demás, no nos extrañemos de que la sociedad se aleje cada día más de nosotros y de Dios.
YOEL