“Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron.”
(Lc 24, 13-35)
Nos ponemos en marcha, en camino, como los dos discípulos que iban a Emaus...
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Un abrazo y feliz domingo
D.G.;Zaragoza