Si hubiera prevalecido la muerte...Da vértigo sólo pensarlo. Si un amor como el de Cristo hubiera muerto, ¿qué sentido podría tener la existencia? Si lo más puro, lo más generoso, termina con la muerte, ¿por qué seguir manteniendo esos valores tan sublimes?, ¿qué más da? Bastaría con un código de conducta conformista, para ir tirando.
Si Cristo ha resucitado, todo se puede esperar. Todos los ideales son posibles, todos los sueños son realidades, por que en Cristo ya se han anticipado.
El amor es el peso y sentido de nuestra vida. Podemos amar para siempre, más allá de la muerte. Vale la pena enamorarse. Vale la pena gastarse. El amor siempre es fecundo y permanece.
¡Santa Pascua! a tots, creiens i no creients, en tots cap l´amor.
YOEL. C. Valenciana