Gracias, Jesús, por tu pasión. Gracias Jesús, por tu amor, que te llevo a dar la vida para hacer triunfar la vida. Los gays del universo mundo, sabemos que estas a nuestra lado, que nos acompañas y te entregaste también por nosotros. No me canso de admirar, no me canso de agradecer a tantos hermanos y hermanas que me apoyan y me quieren como soy. Lo hemos aprendido de Ti.
Asumiste nuestro dolor y ya los dolores no duelen tanto. ¡ Qué maravillosa es tu medicina! Asumiste nuestras angustias y amargaras, nuestras depresiones y vacíos, y ya la noche del alma se ha iluminado. Ya no hay lugar para la desesperanza. Todos nuestros sufrimientos pueden llegar a ser redentores.
Fuiste, Señor capaz de bajar a nuestros infiernos, y quedarte con todas las llaves de sus puertas. Señor de la luz y de la vida, si nos dejamos eres el gran libertador de los gays. Todas las losas sepulcrales que nos aplastaban están removidas, todos los prisioneros que gimen en los infiernos, tenemos la esperanza que están en camino de ser rescatados; ya todos pueden salir de sus sepulcros; y el canto de libertad que tú iniciaste ya está en nuestros labios.
Gracias Jesús amigos de los gays marginados y despreciados. Danos capacidad para amar con tu mismo amor. Señor haznos sentir la victoria de tu amor.
Gracias Señor por los hermanos y hermanas que cada día resucitan con su homosexualidad dentro de su familia.
YOEL. C. Valencia