Te soñaré viva.
Aunque te encuentres en oscuros caminos,
aunque te asientes en el olvido y la huida.
Te soñaré tan viva como este vendaval que hace bailar todo el paisaje.
No va a importarme la palidez de tus palabras,
el titubeo de tu mirada.
Me sentaré sobre la belleza,
descansaré y te soñaré.
Te adornaré con mi confianza,
con la veracidad de mi presencia.
Llenaré tu pelo de pájaros ruidosos
y tus ojos de tierra húmeda.
Las palmas de tus manos estarán repletas de aire tibio
y tus dedos de manantiales que salpicarán tu espacio.
Tus entrañas, ah, tus entrañas serán
silencio fecundador.
A tus pies sólo les daré camino
Todo es un sueño.
Pero en mi sueño te soñaré viva.
Profusamente viva.
Y cuando me despierte y ya no pueda soñarte
porque habré alcanzado el ayuno de la inconsciencia
entonces olvidaré el sueño y
te crearé viva,
poderosamente viva.
Mi aliento en ti será más que hálito de vida,
será comienzo y fin;
mi propia respiración en tu existencia.