El Profeta de Nazaret vuelve a enfrentarse con los "buenos". No comprenden algo claro y meridiano: que hacer el bien está por encima de todo.
Para los Judíos el descanso del sábado era importantísimo. Estaba prohibido realizar muchas cosas. La pregunta de Jesús es clara: ¿ qué está permitido hacer el sábado, el bien o el mal? Jesús llama a un hombre con la mano tullida, lo hace poner en el centro y lo cura.
Los "buenos", no solamente no entendieron la lección, sino que desde ese momento buscaron la manera de matarlo.
Cuando la religión deja de ser espiritualidad, unión con Dios, se convierte en algo nefasto, capaz de perseguir al que hace el bien y destruirlo.
Jesús nos enseña el camino. El amor, hacer el bien, está por encima de toda norma, mandato.
Es más, es el único mandato.
YOEL. Valencia