El hombre, a lo largo de la historia, ha buscado la verdad. Esto es bueno. Lo malo empieza cuando cree haber encontrado esa verdad y decide, no compartirla con los demás, sino imponerla. Ese ha sido y es, el gran problema de la iglesia y posiblemente de todas las religiones. Ahí nació la inquisición y la evangelización de américa, imponiendo "la verdad" con la ayuda de la espada. De ahi surge el fundamentalismo islámico y todos los fundamentalismos religiosos o políticos. Esa ha sido la fuente de las guerras de religión.
Nuestra verdad, la de los cristianos, es que Dios se ha revelado a los hombres en Cristo. Y se ha revelado ante todo con Amor. Nosotros hemos convertido ese conocimiento
en ciencia, en teología, en dogmática. Pero el conocimiento hincha. Nos hemos hinchado como sapos y nos hemos creído con la obligación de castigar a los que no comparten "nuestra verdad". Hemos sucumbido de creer, que la forma de amar a los demás era la imposición de esa verdad, que eso era procurarles el bien.
La realidad es que la Verdad es demasiado grande captada con la mente. Sólo mediante el amor, no la imposición, podemos compartir esa parte de verdad que hemos intuido. Sólo amando podemos acercar a la los hombres a la Verdad.
La violencia y la imposición no acercan, sino que alejan de la Verdad.
"Mientras sigamos siendo ovejas, venceremos. Aunque estemos rodeados de mil lobos, vencemos y somos victoriosos. Pero en cuanto somos lobos, nos derrotan, pues entonces perdemos el apoyo del Pastor, que no alimenta a los lobos, sino sólo a las ovejas" S.J. Crisóstomo.
YOEL.c.g. Valencia. ¡Bon Nadal!