Jesús viene a sanarnos por que estamos paralíticos. ¿Nos consideramos dignos de que entre en nuestra casa? La reacción del centurión romano hace que Jesús se admire. Es un pagano, no pertenece al Pueblo de Dios, Jesús nos dice que no ha encontrado a nadie con tanta Fe.
El centurión muestra dos cosas importantes: No pide para él, sino para su criado. Y no se considera digno.
Siempre es adviento y siempre Jesús se acerca a nosotros. Debemos estar atentos a las necesidades de los otros. Y debemos preparar "nuestra casa" para que Él pueda entrar. Debemos hacer de nuestro corazón un lugar digno, alejando toda maldad, egoísmo y orgullo.
Las palabras del centurión las repetimos desde hace siglos. ¿Es mera frase o las sentimos de verdad?.
YOEL cg. Valencia