Jesús nos dice que debemos estar vigilantes y dejar de lado todo aquello que pueda distraernos.
Toda la vida debemos estar atentos, por que toda la vida es un tiempo de espera, un tiempo de otear el horizonte para saber ver a Jesús en todo. Pero Adviento es un tiempo fuerte para alzar la vista y mirar más allá: a los demás, a la trascendencia.
Mudejarillo nos escribía ayer de Ralph Waldo, ensayista del siglo XIX.
"Mantente fiel a tu naturaleza" Se fiel a ti mismo. No nos avergoncemos de ser lo que somos y cómo somos; tengamos esperanza y pidamos, deseemos que las nubes tormentosas de Tramp desaparezcan.
Que la progresía morada cuaresmal rectifique y permita pasear por el retiro, para tomar aire sin contaminar o practicar cruising.
Loquitos siempre ha habido y los habrá en todos los países. También en la democrática América; anda una plataforma L.G.T.B. apoyando a un descerebrado y su futuro juez federal que quiere ver a los gays en la cárcel.
Debemos aprender a leer los signos de los tiempos. Así como la higuera, al comenzar a brotar, nos señala el inicio de la primavera, hay que saber mirar más allá de nosotros, para darnos cuenta de que Dios está aquí.
Debemos tener la sensibilidad de saber ver todo lo bueno que se hace a nuestro alrededor. Saber reconocer a todas las personas buenas que trabajan anónimamente y grano a grano, llenan el mundo de fruto.
YOEL.c.g. Valencia.España