Mi buen amigo Juan me ha enviado un texto que quiero compartir con vosotros:
"Cuando se cree en el Reino, no hay obstáculo insuperable. La fe llega hasta el fondo de Dios y de los hombres, a ese fondo en el que todo se sustenta. Por eso, quien vive en la fe no necesita trasladar montañas ni moreras; en el fondo ya lo ha trasladado todo y se mantiene en la vertiente verdadera de las cosas, allí donde Dios las ha puesto al servicio de los hombres. Está en las manos de Dios, y se entrega a Él."