Todos queremos vivir dentro, pero estamos enredados fuera.
Dentro encontramos nuestra verdadera identidad, nuestro espíritu, nuestra alma, nuestro ser esencial, la verdad de nuestra vida, la semilla de Dios, el Espíritu Santo. lo sagrado y lo santo de nuestro ser, la vivencia de plenitud, la verdadera libertad, el amor y la comunión, la alegría de ser, simplemente ser, la paz imperturbable, la calma interior, la solidez eterna e infinita, la plenitud de Dios, la vivencia de ser uno con Dios.
Todos queremos vivir dentro, y disfrutar de ese tesoro infinito y eterno.
Y sentirnos fundidos con nuestra plenitud de vida, de amor y de luz, que es Dios.
Un abrazo
D.G.;Zaragoza