Las iglesias deben ir cambiando, sin o con los papas, los primados, los patriarcas...es propio de la vida. " Nuevos odres para vinos nuevos", "interpretar los signos de los tiempos". En ese caminar hay altos y bajos. Pero nunca es como era. Y todo esto desde el espírito del Evangelio, el espíritu sigue introduciendo a la verdad plena en combinación con el entendimiento del hombre. No se trata de un nuevo evangelio, sino de sincerarlo en el servicio y no del dominio.
No debe haber ninguna separación entre iglesias que se basan en el mismo Evangelio. Las diferencias en su interpretación son materia de diálogo fraternal.
Unión en la diversidad se daba desde el inicio del Cristianismo. Las divisiones y anatemas comienzan con la alianza de los líderes en la Iglesia con los imperios. Ejemplo en la actualidad con Chima por la resistencia del Vaticano contra la inculturación de la fe en un pueblo con una cultura admirable desde siglos antes de Cristo.
Seamos menos cobardes y más fieles. ¿Más fieles a quién?
Menos cobardes ante quién?
Más fieles a Cristo y su mandamiento de amor, o a los jerarcas de las iglesias?
Menos cobardes de servir a los pobres y darles la espalda a los marginados?.
Regresar a un Cristianismo imperial o un cristianismo de servicio en nuestra "casa común"
¡Basta de miedo a los fuertes y desesperanza de los débiles!.
YOEL.C.G. Valencia.