El Profeta de Nazaret nos dice, que lo importante no son los talentos, si no lo que hacemos con ellos. Los talentos eran una cantidad de dinero. Yo lo traduzco por cualidades. Los talentos son nuestra vida. Y lo que importa es lo que hacemos con ella. Podemos entregarla, vivirla y hacerla producir. Hacer con ella, que lo que nos rodean sean mejores. Es lo que hacen los primeros criados. Pero, podemos quedarnos encerrados en nosotros mismos, vivir una vida improductiva. Es lo que hace el tercero. La razón que da, es que no ama a su amo, ni siquiera lo respeta. Simplemente le tiene miedo. Si cumplimos nuestra vida espiritual únicamente por miedo, por el que dirán y que pensarán, es casi seguro que nuestra vida será raquítica y no ayudará a los que nos rodean sean mejores. No obtendremos ningún fruto. esta vida no vale la pena.
YOEL