Puede resultar extraño que uno de los lugares malditos de la geografía europea a causa del horrendo genocidio allí cometido lo considere un lugar Santo. Pero no puedo dejar de hacerlo pensando en un santo que admiro; el P. Kolbe o Sta. Teresa Benedicta de la Cruz. No sólo millones de Judíos, sino también infinidad de creyentes homosexuales que dieron testimonio del Profeta de Nazaret victimas de un régimen político enemigo de Dios y de los hombres. Al igual que el Coliseo de Roma, Auschwitz es el lugar del martirio de infinidad de santos gays victimas del odio nazi. La horrible maldad del hombre y su indescriptible crueldad no son capaces de oscurecer la luz de la fe, que en los santos mártires creo que triunfa por encima del mal. Allí estuvo, en todas las víctimas allí asesinadas, Cristo Crucificado. Lleno de Fe confío en el poder de la Resurrección del Señor. Sólo su amor es capaz de vencer el poder del mal, con tanta violencia allí desatada.
Yoel