El Abad Ferran y unos cuantos monjes, se han traslado a la nueva Abadía construida por ellos a base de adobe en la solitaria montaña de Beni-faet rodeada de algarrobos, olivos y algunos almendros.
El joven novicio dejó en la estantería construida por los novicios a base de cajas de frutas.
-¡Cada vez que leo la vida de un santo, veo más difícil la santidad!
Rio con ganas el Abad y le dijo:
- Hemos hecho de la santidad algo tan extraordinario, que ya no deseamos alcanzarla. ¿Por qué nos presentan esos santos que ya de pequeños eran perfectos?
Miró sonriendo al novicio y prosiguió:
-Jesús declara Santos, bienaventurados, a los pobres, a los que lloran, a los perseguidos... Santo es el débil, el sencillo. Aquél que transparenta la presencia de Dios. La santidad se encuentra en la vida cotidiana. Santo es aquél que transparenta la presencia de Dios. La santidad se encuentra en la vida cotidiana. Santo es aquel que se reconoce pecador e intenta vivir la Presencia de Dios a lo largo de la vida. Santo es el que intenta amar a todos, por que reconoce a Dios en todos... Santo es aquel que sabe levantarse cada vez que cae. La santidad es anónima y no alardea. Tenemos santos junto a nosotros, pero no sabemos verlos...
Bernardo YOEL