Una mujer tenía todos los números para que Jesús no le hiciera caso. No era judía, no pertenecía al Pueblo de Dios, era pagana. Y además era mujer, o sea un cero a la izquierda. Si embargo como Pedro escucho de labios de Jesús su poca FE, esta mujer es elogiada por su gran FE.
Y es que para el Profeta de Nazaret la Fe no depende de los que "somos", sino de lo que amamos. No tenemos más Fe por ser presbíteros, Obispos o cardenales, ir mucho a misa, ser católicos... Tenemos Fe aunque, como el caso de esta mujer, seamos paganos, pero nuestro amor nos lleva a dirigirnos a Jesús. Y esto lo vemos repetidamente en el Evangelio.
Los que reciben elogios por su Fe, son aquellos a los que el amor les arroja a los pies de Jesús.
YOEL. Valencia