Parece que Jesús aprovechó todas las oportunidades posibles para retirarse a un lugar tranquilo y apartado con el fin de orar y reflexionar. "Muy de madrugada, antes del amanecer", nos dice Marcos, "se levantó y salió, se fue a un lugar solitario y allí se puso a orar" (1,35). Lucas dice que eso era lo que hacía normalmente (5,16). Antes de elegir a los doce apóstoles, pasó toda la noche en oración (Lc 6,12) Jesús recomienda orar en la privacidad del propio cuarto y denuncia la actitud de aquellos a quienes "les gusta orar de pié en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que los vea la gente" (Mt 6,5-6-). A estas personas les llama hipócritas.
YOEL,Valencia