¡Justifica mi alma, oh Dios, y llena la voluntad del fuego de Tus fuentes!
Brilla en mi mente, eclipsa mi experiencia,
ocupa mi corazón con Tu grandiosa Vida.
Que mis ojos no vean en este mundo mas que Tu gloria,
y mis manos no toquen nada que no sea para Tu servicio.
Que mi boca no pruebe ningún pan que no me dé fuerza
para alabar Tu gran misericordia.
Escucharé Tu voz y todas las armonías que tú has creado,
cantando tus himnos para gozarme dándote gloria.
Un abrazo
D.G.;Zaragoza