Las palabras en la familia, los amigos, el trabajo, los grupos y las comunidades....curan o hieren...
El ermitaño comentaba a un visitante que terminaba de romper las relaciones con su novio de hacía años, sentados en el suelo en el interior de la cueva...
En cierta ocasión, un sabio maestro se dirigía a su atento auditorio dando valiosas lecciones sobre el poder sagrado de la palabra, y el influjo que ella ejerce en nuestra vida y la de los demás.
-"Lo que Vd. dice no tiene ningún valor"
- lo interpeló un señor que se encontraba en el auditorio.
- El maestro lo escuchó con mucha atención y tan pronto terminó la frase, le gritó con fuerza:
- ¡¡Cállate y siéntate, idiota!!
Ante el asombro de la gente, el aludido se llenó de furia, soltó varias imprecaciones y, cuando estaba fuera de sí, el maestro alzó la voz y le dijo:
-"Perdone caballero, le he ofendido y le pido perdón; acepte mis excusas y sepa que respeto su opinión, aunque estamos en desacuerdo"
El señor se calmó y le dijo al maestro:
-"Le entiendo, y también pido disculpas y acepto que la diferencia de opinión no debe servir para pelear, sino para mirar otras opciones".
El maestro le sonrió y le dijo:
-"Perdone que haya sido de esta manera, pero así hemos visto todos del modo más claro, el gran poder de la palabra, con unas pocas palabras le exalté y con otras pocas le calmé".
Las palabras No se la lleva el viento, las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente...
Las palabras curan o hieren a la persona.
YOEL. Valencia.