Cuando, al orar sientas sequedad o aridez, piensa que puede tratarse de pruebas divinas o emergencias de la naturaleza.
No hagas violencia para "sentir". Hazte acompañar por los tres ángeles:
Paciencia: acepta con paz lo que tú no puedas solucionar.
Perseverancia: sigue orando aunque no sientas nada.
Esperanza: todo pasará; mañana será mejor.
Nunca olvides que la vida con Dios es vida de fe. Y la fe no es sentir sino saber. No es emoción sino convicción. No es evidencia sino certeza.
Un abrazo
D.G.;Zaragoza