Señor, ¿a quién iremos?
Tu palabra es palabra del Padre recibida. Concede que tu Espíritu nos abra a su luz y a su amor, fuente de vida.
Semilla de verdad, pan cotidiano, nuevo maná que al pueblo Dios ofrece, camino de Emaús, que de su mano el fuego del espíritu enardece.
Palabra que del agua hizo buen vino, que a lo pobres el Reino proclamaba; palabra que a la ver del camino, daba al ciego la luz y al mundo el habla.
Todo aquel que con fe la acepta y guarda no andará en las tinieblas del pecado, tendrá luz siempre viva, fuego que arde en la dulce palabra del amado.
La palabra de Dios que nos es dada eres tú eterna luz, verdad divina; habla , Señor, que el alma enamorada a los pies del Maestro se reclina.
Un abrazo y feliz domingo
D.G.;Zaragoza (ahora en Valencia)