La multiplicación de los panes y los peces que nos cuenta Juan, comienza con un niño que ofrece cinco panes y dos peces. La lección es clara: las pequeñas acciones no son inútiles. Son los pequeños actos los que logran las grandes acciones. La experiencia demuestra que los pequeños actos si no se cuidan desaparecen, para dar paso a otros con matices diferentes.
Ante las grandes necesidades de la humanidad, tenemos la tentación de creer que nosotros no podemos hacer nada y que son los gobiernos los que deben poner remedio a las situaciones (por ejemplo la homofobia). Los gays en la actualidad estaríamos en guetos o buscando sexo o pareja en lugares apartados y poca luz. Con las manifestaciones de protesta, las salidas de los armarios, las presiones de pequeños grupos organizados incluso nosotros y otros grupos de Cristianos Gays la mayoría de las iglesias van cambiando tímidamente sus planteamientos.
La realidad es que si todos nos quedamos con los brazos cruzados (como los Apóstoles por miedo...) nada cambiará. El Banco de Alimentos por poner un ejemplo, se sostiene gracias a las pequeñas aportaciones de las personas. Sin ese inicio humilde y sencillo, no aparecen después las empresas que colaboran.
¿Tú en qué colaboras en Cristianos Gays? No me digas que no sabes aportar tu experiencia como Cristiano y gay. Tus experiencias en casa, los amigos cuando te has dado a conocer tal como eres, en tu pueblo, trabajo, en ti mismo, en tu mente.
¿Has pensado que mantener la página de Cristianos gays cuesta dinero? Esta página no está aquí por obra y gracia del Espíritu Santo, cuesta una pasta. Como el niño del Evangelio has colaborado con lo que te cuesta una entrada de cine una vez al año?
En el mundo hay muchas personas desconocidas, que con su trabajo humildes, hacen que se produzcan grandes transformaciones. Las ONG y fundaciones no podrían existir sin las pequeñas aportaciones, sin los colaboradores en lo que sea y como sea, sin el apoyo de personas anónimas y que se mantienen en el anonimato.
Aquel niño con cinco panes de cebada y dos peces, es el símbolo de que todas las personas que ofrecen a los demás un poco de lo que tienen ¡Cambian la humanidad!
fr. Bernardo Yoel. Valencia.España