Para creer ha de ver las llagas de Jesús. Cuando se les aparece de nuevo, muestra las llagas a Tomás.
Hoy también tenemos a nuestro alcance las llagas de Jesús. Son los hombres de sufren, los que son mal tratados, insultados, los que son causa de mofa....los perseguidos, los tratados injustamente. Es allí donde hoy encontramos a Jesús.
Si Europa desprecia a las personas que han de huir de Siria, Afganistán, de la pobreza del Tercer Mundo, está despreciando a Jesús. Cada vez que giramos nuestra cabeza ante el hermano que sufre, la estamos girando a Jesús. Cuando dejamos sólo a aquel que necesita nuestra compañía, nuestra conversación...se lo hacemos al Profeta de Nazaret.
La FE no es creer en una IDEA, sino en una persona. Esa persona se nos hace presente, en los que sufren, en los abandonado, los marginados de la sociedad. Es frente a ellos que debemos exclamar: ¡ Señor mío y Dios mío!
fr. Bernardo YOEL c.g. Valencia.España. ¡SANTA PASCUA!