En los últimos años la cuestión de la homosexualidad es materia de debate en algunas iglesias cristianas. También la iglesia católica está presente en estos debates, aunque en general prefiere el papel de MAESTRA más que de participante.
En el sínod sobre europa del año 99, el Prior general de los dominicos intervino comentando el episodio de Emeús (Lc 24, 13-32) Fr. Timothy precisó que la autoridad de la iglesia solo convencerá si es capaz de acompañar a las personas, si está atenta a sus desengaños, a sus peticiones y a sus dudas. Con frecuencia los obispos católicos hablan de las personas como si fueran"categorías"; mujeres,pobres,emigrantes,divorciados, enfermos del sida, homosexuales, drogadictos....La iglesia no tendrá autoridad ni no aprende su lenguaje ni acepta sus dones.
Muchos cristianos o no, piensan que el homosexual solo piensa en el sexo. Oír a los interesados revela algo distinto. En el homosexual, como en todos, hay una gran necesidad de afecto, de ternura,de amistad, de amor, y encuentra la respuesta más plena en una persona de su mismo sexo.
YOEL.c.g.